EL CURADOR HERIDO
Cuando nació, su padre jamás lo supo y ni siquiera
le importó. Su madre profirió un grito de espanto y lo rechazó apenas ver su
monstruosa imagen, razón por la que los Dioses indignados, o apiadándose de
ella, la transformaron en un bello Tilo cercano a la cueva en donde dio a luz,
y que crece en las sombrías laderas del Monte Pelión, para llevar consuelo y
serenidad a los hombres.
Era inmortal e hijo de Dioses. Era hermano del Dios
de los Dioses, de Zeus, y un ser dotado de supremo entendimiento que fue
Maestro de los Héroes y de los hijos de los otros Dioses. Él fue quien enseñó a
Esculapio el Arte Regio de la medicina, el arte de la caza y el manejo de las
armas a la mismísima Diosa Artemisa, y que educó las mentes y los espíritus de
Hércules, Aquiles, Ayax, Jasón y muchos otros. Él, quien tuvo por padre
adoptivo al mismísimo Apolo, crió y educó a muchos como a sus propios hijos. Él,
de quien hoy podemos ver su imagen señalándonos con su flecha el rumbo hacia el
centro de la galaxia allá, en lo más alto del cielo. Quirón es
su nombre, el nombre de aquel que no es hombre, ni caballo, siquiera un
Centauro como cualquiera (unas bestias dementes e infernales muy por debajo del
hombre y de los propios animales, y no, Quirón no es así). De él voy a hablar,
y a contar su historia…
Cronos intenta seducir a la bella ninfa Filira, su
sobrina (hija de Océano y Tetis), pero es sistemáticamente rechazado por la
muchacha. Cronos, enceguecido por el deseo, la persigue por cielo y tierra.
Pero Filira, en su huida, se transforma en yegua (un truco que aprendió de
Demeter, madre de los centauros) pero Cronos, quien no tenía un pelo de tonto,
se metamorfosea en caballo y la persigue hasta darle alcance. Cuando lo hace,
aún ambos manteniendo su forma equina, furiosamente se entregan al acto sexual
tras lo cual Cronos escapa y se pierde todo rastro entre la foresta. Filira,
embarazada, conociendo la afición que tiene Cronos a devorarse sus propios
hijos, decide refugiarse en una cueva del Monte Pelión para dar a luz. El parto
fue trabajoso, doloroso, difícil, ya que la contextura física del bebé no era
normal: cuerpo y patas de caballo, torso, cabeza y brazos de Dios encarnado
(antropomórficos). Su madre, al ver la fealdad de su hijo, lo abandona y huye
desesperada implorando a los dioses, quienes la convierten en un árbol de tilo,
cárcel preferible al recuerdo del fruto de su instinto no dominado.
Quirón abandonado por sus padres, es adoptado por
Apolo y Atenea, imágenes de la razón y del logos, y criado y educado por ellos.
Razón por la cual, no se parece en nada su carácter al del resto de los
Centauros. Es así que Quirón vive prácticamente en soledad, refugiado en la
cueva que lo vio nacer, estudiando diversas artes y desarrollando muchos
conocimientos. Fue astrólogo, matemático, experto cazador y maestro de armas,
músico, filósofo y sabio de gran renombre. Tal era su valía, que la mayoría de
los hijos de los dioses lo tuvieron por maestro y tutor, como así también los
grandes héroes. Uno de sus discípulos predilectos fue Heracles (conocido también
con el nombre de Hércules), quien es una figura relevante dentro de la historia
del propio Quirón. Accidentalmente en una fiesta, un dardo suyo alcanzó a
Quirón en una de sus patas (en una rodilla para ser más precisos), y Heracles,
compungido, trató de detener sus efectos, pero ya era demasiado tarde, el pobre
anciano se retorcía ante el dolor cada vez más agudo de su herida, la que
hubiera acabado con la vida de cualquier mortal. Pero el sabio centauro era
inmortal, con lo que solo consiguió tener una herida siempre doliente y que
jamás sanaría. Debido a este desafortunado acto Quirón se transformó en maestro
en el Arte de curar, ya que experimentó con cada cosa que existía tanto en el
cielo como en la tierra con el fin de conseguir una cura, y trasladó, más
tarde, dicho conocimiento a otro de sus discípulos llamado Asclepio, más
conocido como Esculapio (Padre de la ciencia médica, según los Griegos), y
también utilizó dichos conocimientos para curar a innumerables personajes de la
antigüedad.
Cierto día, este sabio
centauro se encontraba paseando y descubrió un terrible espectáculo: Un ser
humano se encontraba encadenado a una roca padeciendo un castigo horrible por
mandato de los dioses. Su nombre era Prometeo, y por haber desafiado a los
dioses y robado el fuego divino para entregarlo a los hombres, fue condenado a
permanecer encadenado a la roca mientras durante el día un águila le devoraba
el hígado, mientras que por las noches el órgano volvía a crecer… y así la
pasaría hasta que otro se ofreciera voluntariamente a ocupar su lugar. Viendo
esto, y sensibilizado por el dolor que el pobre humano debía soportar, Quirón
se ofreció a cambiar su propia inmortalidad por la vida del condenado. Prometeo
fue liberado, y en el momento en que el Centauro se transformó en mortal, y a
causa de su mortal herida, Quirón murió. Su hermano Zeus, en gratitud por los
muchos servicios que había prestado a los dioses, le devolvió la inmortalidad
transformando su cuerpo en estrellas y, desparramándolas por el cielo, creó la
constelación del Centauro.
Tomado de la web http://hermandadblanca.org/2010/01/11/quiron-arquetipo-de-herido-y-sanador-la-leyenda/
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