El santuario Terapéutico.
Por Félix Gómez, M.D
Fue a Steve Andreas en un seminario que dicto en Guadalajara México en el 2005 a
quien le escuche por primera vez hablar del concepto de Santuario terapéutico. La cual es
una manera metafórica de definir
el establecimiento de un estado emocional y mental que le permita a un
cliente poder iniciar el trabajo terapéutico
de una manera segura “sintiéndose protegido y centrado en sus recursos”. (Gilligan,
2012).
La mayoría de los psicoterapeutas que trabajan con personas con Stress Post Traumático, están de acuerdo de que una de las principales prioridades
inicialmente del trabajo terapéutico es establecer el sentido de seguridad para
el cliente. Hay cuatro aspectos
importantes cuando hablamos de establecer seguridad:
1. Establecimiento y desarrollo del sentido de seguridad
en la relación terapéutica.
2. El desarrollo del sentido de seguridad para trabar
memorias traumáticas.
3. El desarrollo del sentido de seguridad en el presente
para la persona.
4. Sentido de seguridad para el terapeuta durante la relación terapéutica.
En el modelo
del E.M.D.R esto se llama “el lugar
seguro” y es justamente uno de loas aspectos mas importantes del trabajo
terapéutico cuando hablamos de terapia breve centrada en la solución.
El ayudar a
desarrollar un lugar seguro emocionalmente dentro de la psiquis del cliente es
una viaje que implica un profesional de
la salud mental comprometido con el proceso del cliente pero al mismo tiempo
con recursos personales y con una profunda conexión con sus capacidades para
ayudar a generar junto al cliente un
“campo de posibilidades y recursos’ (O”hanlon,2012).
Dentro de las habilidades más importantes para el
terapeuta trabajando con la creación de un santuario terapéutico tenemos:
- La habilidad para escuchar de una manera sentida y somática. Es decir la capacidad de construir una sintonía emocional a través de la inteligencia somática
- La habilidad de poder salir de “la caja” (Bateson, 1978) y entrar en una perspectiva mas sistémica .
- La habilidad de hacer un patrocinio con el cliente que potencie sus recursos a un nivel generativo.
- La habilidad de sostener los votos y compromisos con el cliente a lo largo del proceso terapéutico.
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