Si hay algún espacio en mi ciudad caracas por el cual siento un profundo agradecimiento es por el Ávila y en eso se que coincidimos millones de caraqueños al Ávila subo desde que tenia 14 anos y en el Ávila aprendí a sentir un profundo amor por la ecología , el Ávila fue y sigue siendo un majestuosos maestro en mi vida todavía recuerdo mi primer ascenso al pico Humbolth, al Naiquatá ,los entrenamientos para ir a Mérida a subir el glaciar del humbolth en compañía de mi amigo Eduardo , las risas, las reflexiones , las inquietudes que nos hacíamos , al Ávila lo recuerdo asociado a mi adolescencia y juventud con la música de Marillions, Yes, Kitaro,Jean Michael Jarre ,Simón Díaz, el canon de Pachelbel ,las sonatas de Bach , las lecturas de Conny Méndez cuando nos decía en sus libros ingenuamente que Venezuela era la capital de la Nueva Era, allí conocí la poesía de Whitman y sus Hojas de Hierbas , William Blake , Carlos Castaneda y su poético Don Juan Mathus, los grupos de encuentros en la quinta teresita con Manuel Barroso , la primera novia y las sucesivas por los caminos cómplices del Coyote y tantas noches mágicas, Los juegos Ecológicos del 88 y 89 el Ávila es para mi el encuentro conmigo mismo con lo que fui ,con lo que soy y con lo que me estoy convirtiendo ,las caminatas en medio de la lluvia, los atardeceres y los amaneceres danzando en un cromático naranja a violeta púrpura,las cascadas y la libertad de soñar que afortunado he sido ,cuantas noches Acampando en Lagunazo en medio de la inmensidad de la noche cuando miles de pupilas cósmicas fueron compañeros de mis conversaciones con mi amigo Eduardo en medio de las historias que nos contaban los signos del espíritu de la fogata hoy a mas de 25.000 Km. del Ávila recuerdo con gratitud ,respeto y un profundo amor a la gran Sierra Madre : Guaraira Ripano mejor conocido como el Cerro Ávila.
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