El conocimiento de las “diosas” proporciona a las mujeres medios de entenderse a sí mismas y de entender sus relaciones con hombres y mujeres, con sus padres, amantes e hijos. Estos patrones de diosas también ofrecen revelaciones de lo que es motivador (incluso irreversible), frustrante o satisfactorio para algunas mujeres y no para otras.
Jean Shinoda Bolen describe una nueva perspectiva psicológica de las mujeres basado en imágenes de mujeres –proporcionadas por las diosas griegas: Deméter, maternal; Perséfone, hija; Hera, esposa; Afrodita, amante; Artemisa, hermana y rival; Atenea, estratega; y Hestia, mantenedora del hogar- que han permanecido vivas en la imaginación de la humanidad a lo largo de tres mil años.
Esta psicología femenina discrepa de todas las teorías que definen como mujer “normal” a la mujer que se adapta a un modelo, patrón de personalidad o estructura psicológica “correctos”. Es una teoría basada en la observación de la diversidad de las variedades normales que existen entre las mujeres. Y la divide en tres categorías de diosas:
Vírgenes: Artemisa, Atenea y Hestia Representan la cualidad de independencia y autosuficiencia en las mujeres. No pueden enamorarse. Los apegos emocionales no les desvían de lo que consideran importante. No son victimizadas y no sufren. Expresan la necesidad de autonomía en las mujeres y en la capacidad que éstas tienen de centrar su conciencia en lo que tiene sentido personalmente para ellas. Persiguen sus metas de manera activa. Amplían nuestro concepto de los atributos femeninos para incluir la competencia y autosuficiencia.
Vulnerables: Hera, Deméter y PerséfoneRepresentan los papeles tradicionales de la esposa, la madre y la hija. Son los arquetipos orientados hacia las relaciones, cuyas identidades y bienestares dependen de tener una relación significativa. Expresan las necesidades de las mujeres de afiliación y vinculación. Están armonizadas con otras personas y son vulnerable.
Alquímicas ó transformadoras: AfroditaMotiva a las mujeres a perseguir intensamente las relaciones más que la permanencia, a valorar el proceso creativo y a estar abiertas a cambiar.
Los patrones de diosas afectan también a las relaciones con los hombres. Ayudan a explicar algunas de las dificultades y afinidades que determinadas mujeres tienen con determinados hombres. ¿Escogen hombres poderosos y triunfadores en el mundo?, ¿Lisiados y creativos?, ¿Infantiles?, ¿Qué “diosa” es el impulso inadvertido que empuja a una mujer hacia un tipo particular de hombre?. Dichos patrones influyen en la selección y estabilidad de las relaciones.
Los patrones de relación también llevan la impronta de diosas concretas. Padre-hija, hermano-hermana, hermana-hermana, madre-hijo, o madre-hija, cada pareja representa una configuración que corresponde de manera natural a una diosa concreta.
Cada mujer posee dones “otorgados por la diosa”, que ha de aceptar con agradecimiento y sobre los que tiene que aprender. Cada mujer tiene también riesgos “otorgados por la diosa”, que debe reconocer y superar para cambiar. No puede resistirse a vivir un patrón determinado por el arquetipo de una diosa subyacente hasta que es consciente de que dicho patrón existe y de que trata de realizarse a través de ella.
Sobre Jean Shinoda Bolen. Es doctora en Medicina, analista junguiana y profesora de Psiquiatría en la Universidad de California. Es autora de “Las diosas de la mujer madura”, “Los dioses de cada hombre”, “Las brujas no se quejan”, “Mensaje urgente a las mujeres”, “El Tao de la Psicología”, “El millonésimo círculo” y “El sentido de la enfermedad”, todos editados por Kairós.
Jean Shinoda Bolen describe una nueva perspectiva psicológica de las mujeres basado en imágenes de mujeres –proporcionadas por las diosas griegas: Deméter, maternal; Perséfone, hija; Hera, esposa; Afrodita, amante; Artemisa, hermana y rival; Atenea, estratega; y Hestia, mantenedora del hogar- que han permanecido vivas en la imaginación de la humanidad a lo largo de tres mil años.
Esta psicología femenina discrepa de todas las teorías que definen como mujer “normal” a la mujer que se adapta a un modelo, patrón de personalidad o estructura psicológica “correctos”. Es una teoría basada en la observación de la diversidad de las variedades normales que existen entre las mujeres. Y la divide en tres categorías de diosas:
Vírgenes: Artemisa, Atenea y Hestia Representan la cualidad de independencia y autosuficiencia en las mujeres. No pueden enamorarse. Los apegos emocionales no les desvían de lo que consideran importante. No son victimizadas y no sufren. Expresan la necesidad de autonomía en las mujeres y en la capacidad que éstas tienen de centrar su conciencia en lo que tiene sentido personalmente para ellas. Persiguen sus metas de manera activa. Amplían nuestro concepto de los atributos femeninos para incluir la competencia y autosuficiencia.
Vulnerables: Hera, Deméter y PerséfoneRepresentan los papeles tradicionales de la esposa, la madre y la hija. Son los arquetipos orientados hacia las relaciones, cuyas identidades y bienestares dependen de tener una relación significativa. Expresan las necesidades de las mujeres de afiliación y vinculación. Están armonizadas con otras personas y son vulnerable.
Alquímicas ó transformadoras: AfroditaMotiva a las mujeres a perseguir intensamente las relaciones más que la permanencia, a valorar el proceso creativo y a estar abiertas a cambiar.
Los patrones de diosas afectan también a las relaciones con los hombres. Ayudan a explicar algunas de las dificultades y afinidades que determinadas mujeres tienen con determinados hombres. ¿Escogen hombres poderosos y triunfadores en el mundo?, ¿Lisiados y creativos?, ¿Infantiles?, ¿Qué “diosa” es el impulso inadvertido que empuja a una mujer hacia un tipo particular de hombre?. Dichos patrones influyen en la selección y estabilidad de las relaciones.
Los patrones de relación también llevan la impronta de diosas concretas. Padre-hija, hermano-hermana, hermana-hermana, madre-hijo, o madre-hija, cada pareja representa una configuración que corresponde de manera natural a una diosa concreta.
Cada mujer posee dones “otorgados por la diosa”, que ha de aceptar con agradecimiento y sobre los que tiene que aprender. Cada mujer tiene también riesgos “otorgados por la diosa”, que debe reconocer y superar para cambiar. No puede resistirse a vivir un patrón determinado por el arquetipo de una diosa subyacente hasta que es consciente de que dicho patrón existe y de que trata de realizarse a través de ella.
Sobre Jean Shinoda Bolen. Es doctora en Medicina, analista junguiana y profesora de Psiquiatría en la Universidad de California. Es autora de “Las diosas de la mujer madura”, “Los dioses de cada hombre”, “Las brujas no se quejan”, “Mensaje urgente a las mujeres”, “El Tao de la Psicología”, “El millonésimo círculo” y “El sentido de la enfermedad”, todos editados por Kairós.
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