miércoles, diciembre 30, 2015
sábado, diciembre 26, 2015
MEDITACION 2016
MEDITACIÓN ESPIRALADA EN 4D.
Autor: Dr. Luis Arocha
I. Elija un sitio cómodo donde relajarse
sentado o recostado, en el que pueda permanecer sin ser interrumpido durante 5
a 30 minutos aproximadamente. (ud puede recortar o alargar este tiempo según
sus deseos y necesidades que vayan surgiendo a lo largo de su práctica). Una
vez que ud haya ejercitado esta poderosa forma de meditación profunda, inicie
con la palabra o frase que verá en el punto III.
II. Tome 2 a 5 respiraciones más lentas y
profundas de lo que normalmente hace. Hágalo manteniendo un ritmo constante. Vaya
llevando progresivamente su respiración a la zona abdominal.
III. Con los ojos preferiblemente cerrados,
imagine algún lugar natural, relajante, particularmente agradable que Ud.
extraiga de su universo interior. Observe atentamente los detalles que vayan
apareciendo en su mente y vaya conectándolos con todos los sentidos: lo que ve,
oye, huele, gusta y siente. Vaya haciéndolo progresivamente y diviértase
descubriendo cada detalle que aparezca. Con movimientos corporales, ajústese a
aquella postura que le trae las mayores sensaciones de paz, serenidad y
seguridad. Una vez que ud experimente esa sensación cada vez más profunda y
plena de paz, serenidad y seguridad, diga mentalmente una palabra o frase corta
que la identifique, para iniciar futuras meditaciones, por ejemplo:
“PAAAAZZZZZ…”
IV. Proyecte mentalmente una imagen de ud
mismo desplazándose por ese espacio con paz, serenidad y seguridad. Comience a
construir escenarios novedosos, imaginados y proyectados a futuro, en el mundo
material, social y espiritual que ud esté convencido de que alimentan esa paz,
serenidad y seguridad que ya ha instalado e imagine interacciones cada vez más
ricas con esos entornos. Asegúrese de que estas decisiones sean congruentemente
ecológicas, es decir, que también proporcionen paz, serenidad y seguridad a
todo lo que lo rodea en la existencia. Procure un equilibrio dinámico cada vez
más cerca de una perfección imposible.
V. Cuando decida salir de allí, repita la
palabra o frase corta alusiva a este ejercicio, Dígala, preferiblemente en vos
alta y estírese para que con esta real sensación, ud aborde el resto de su día
o noche.
NOTA: Si ud dispone del sonido NEBA, EMDR o
algún tipo de aparato de Gym Cerebral (usar α, ϕ, φ, o δ), puede utilizarlos para potenciar
el efecto de esta meditación. Igual puede apoyarse en músicas especialmente
diseñadas para ello o usar clásicos como Mozart, Vivaldi o Bach. Asegúrese de
que sean de su gusto y de que realmente le ayuden a profundizar la experiencia.
Milton
"Tú sientes un poema, sientes una pintura, logras la sensación de una estatua. Sentir es una palabra muy significativa. No sólo sentimos con los dedos, sino con el corazón, con la mente.
Tú sientes con los aprendizajes del pasado. Sientes con las esperanzas para el futuro. Tú sientes el presente".
"La sabiduría de Milton H. Erickson" por Ronald A. Havens. Editorial Irvington Publishers
Tú sientes con los aprendizajes del pasado. Sientes con las esperanzas para el futuro. Tú sientes el presente".
"La sabiduría de Milton H. Erickson" por Ronald A. Havens. Editorial Irvington Publishers
Historias de Milton Erickson
Aprender a Pararse
Aprendemos un montón de cosas a nivel consciente y luego olvidamos lo que hemos aprendido y usamos la habilidad adquirida. Yo gocé de una enorme ventaja sobre los demás: tuve poliomielitis, quedé totalmente paralítico, con una inflamación tan grande que incluso padecía de parálisis sensorial. Pero podía mover los ojos y mi audición no sufrió ningún trastorno. Me sentía muy solo, tendido en una cama sin poder mover otra cosa que los ojos.
Estuve en cuarentena en nuestra granja, con siete hermanas y un hermano, mis padres y una enfermera. ¿De qué manera podía entretenerme? Empecé a observar a la gente y el entorno. Pronto aprendí que mis hermanas podían decir "no" cuando en realidad querían decir "sí", y podían decir "sí" y al mismo tiempo querer decir "no". Tal vez le ofrecían a otra hermanita una manzana, y después se la negaban. Y así comencé a estudiar el lenguaje no verbal y el lenguaje corporal.
Tenía una hermanita que ya había aprendido a gatear; por mi parte, yo debía aprender a pararme y a caminar. Se imaginan con qué interés observé a mi hermanita mientras pasaba del gateo al aprendizaje de cómo pararse. Ninguno de ustedes sabe cómo aprendió a pararse. Ni siquiera saben cómo aprendieron a caminar. Tal vez piensen que son capaces de caminar en línea recta seis cuadras seguidas si no hay tránsito de peatones ni de vehículos. ¡No saben que no podían caminar en línea recta manteniendo un ritmo uniforme!
Ustedes no saben qué es lo que hacen al caminar. No saben cómo aprendieron a pararse. Lo aprendieron extendiendo la mano y tirando desde ella. Esa presión sobre sus manos les hizo descubrir, por accidente, que podían asentar un peso sobre sus pies. Esto es algo tremendamente complicado, porque las rodillas ceden... y si ellas se mantienen derechas, la que cede es la cadera, y los pies quedan trabados. Uno no puede pararse porque tanto las rodillas como las caderas ceden. Los pies se cruzan... y pronto uno aprende que debe armarse de coraje y esforzarse hacia arriba cuidando de mantener derechas las rodillas... una por vez.
Cuando ya se ha aprendido eso, se debe poner atención en mantener rodillas y caderas derechas ¡y al mismo tiempo los pies bien separados! Ahora sí, finalmente, uno puede mantenerse parado con los dos pies separados, apoyándose en las manos.
Aprendemos un montón de cosas a nivel consciente y luego olvidamos lo que hemos aprendido y usamos la habilidad adquirida. Yo gocé de una enorme ventaja sobre los demás: tuve poliomielitis, quedé totalmente paralítico, con una inflamación tan grande que incluso padecía de parálisis sensorial. Pero podía mover los ojos y mi audición no sufrió ningún trastorno. Me sentía muy solo, tendido en una cama sin poder mover otra cosa que los ojos.
Estuve en cuarentena en nuestra granja, con siete hermanas y un hermano, mis padres y una enfermera. ¿De qué manera podía entretenerme? Empecé a observar a la gente y el entorno. Pronto aprendí que mis hermanas podían decir "no" cuando en realidad querían decir "sí", y podían decir "sí" y al mismo tiempo querer decir "no". Tal vez le ofrecían a otra hermanita una manzana, y después se la negaban. Y así comencé a estudiar el lenguaje no verbal y el lenguaje corporal.
Tenía una hermanita que ya había aprendido a gatear; por mi parte, yo debía aprender a pararme y a caminar. Se imaginan con qué interés observé a mi hermanita mientras pasaba del gateo al aprendizaje de cómo pararse. Ninguno de ustedes sabe cómo aprendió a pararse. Ni siquiera saben cómo aprendieron a caminar. Tal vez piensen que son capaces de caminar en línea recta seis cuadras seguidas si no hay tránsito de peatones ni de vehículos. ¡No saben que no podían caminar en línea recta manteniendo un ritmo uniforme!
Ustedes no saben qué es lo que hacen al caminar. No saben cómo aprendieron a pararse. Lo aprendieron extendiendo la mano y tirando desde ella. Esa presión sobre sus manos les hizo descubrir, por accidente, que podían asentar un peso sobre sus pies. Esto es algo tremendamente complicado, porque las rodillas ceden... y si ellas se mantienen derechas, la que cede es la cadera, y los pies quedan trabados. Uno no puede pararse porque tanto las rodillas como las caderas ceden. Los pies se cruzan... y pronto uno aprende que debe armarse de coraje y esforzarse hacia arriba cuidando de mantener derechas las rodillas... una por vez.
Cuando ya se ha aprendido eso, se debe poner atención en mantener rodillas y caderas derechas ¡y al mismo tiempo los pies bien separados! Ahora sí, finalmente, uno puede mantenerse parado con los dos pies separados, apoyándose en las manos.
Vino luego una lección en tres etapas. Uno distribuye el propio peso en los dos pies y una sola mano, ya que esta otra (la izquierda) no nos soporta en absoluto. Sinceramente una dura faena... que permite aprender a pararse derecho, con las caderas derechas, las rodillas derechas, los pies separados, y esta mano (la derecha) presionando fuerte hacia abajo. Después de eso uno descubre cómo modificar el equilibrio del cuerpo. Se modifica el equilibrio del cuerpo si uno da vuelta la cabeza, da vuelta el cuerpo. Hay que aprender a coordinar todas las modificaciones del equilibrio del cuerpo cuando uno mueve una mano, la cabeza, un hombro, el cuerpo íntegro... y después hay que aprender esto mismo apoyando en la otra mano.
Entonces viene lo terrible: el formidable aprendizaje de azar ambas manos y moverlas en todas direcciones, dependiendo sólo de las dos sólidas bases de los pies, bien separados. Y manteniendo derechas las caderas... derechas las rodillas, con la atención tan dividida que se pueda reparar en las rodillas, caderas, brazo izquierdo, brazo derecho, cabeza, tronco. Y por último, cuando ya se contaba con habilidad suficiente, uno intentaba mantenerse en equilibrio apoyado en un solo pie. ¡Era un trabajo infernal!
¿Cómo es posible mantener el cuerpo entero, con las caderas derechas, las rodillas derechas, sintiendo el movimiento de cada mano, el movimiento de la cabeza, el movimiento del cuerpo, y entonces adelantar un pie y alterar así todo el centro de gravedad? Las rodillas se flexionaban... ¡y uno se caía de culo! Pero se levantaba y volvía a intentar. Hasta que a la larga uno aprendía a adelantar un pie y dar un paso... y eso parecía magnífico, así que uno lo repetía... qué bueno es. Luego el tercer paso, con el mismo pie que el primero, y allí ¡cataplum, se iba al suelo!
Llevaba largo rato alternar derecha-izquierda, derecha-izquierda, derecha-izquierda. Y ahora uno podía mover los brazos hacia adelante y hacia atrás, volver la cabeza, mirar a uno y otro lado y seguir caminando sin prestar la más mínima atención a las rodillas derecha, la cadera derecha.
Entonces viene lo terrible: el formidable aprendizaje de azar ambas manos y moverlas en todas direcciones, dependiendo sólo de las dos sólidas bases de los pies, bien separados. Y manteniendo derechas las caderas... derechas las rodillas, con la atención tan dividida que se pueda reparar en las rodillas, caderas, brazo izquierdo, brazo derecho, cabeza, tronco. Y por último, cuando ya se contaba con habilidad suficiente, uno intentaba mantenerse en equilibrio apoyado en un solo pie. ¡Era un trabajo infernal!
¿Cómo es posible mantener el cuerpo entero, con las caderas derechas, las rodillas derechas, sintiendo el movimiento de cada mano, el movimiento de la cabeza, el movimiento del cuerpo, y entonces adelantar un pie y alterar así todo el centro de gravedad? Las rodillas se flexionaban... ¡y uno se caía de culo! Pero se levantaba y volvía a intentar. Hasta que a la larga uno aprendía a adelantar un pie y dar un paso... y eso parecía magnífico, así que uno lo repetía... qué bueno es. Luego el tercer paso, con el mismo pie que el primero, y allí ¡cataplum, se iba al suelo!
Llevaba largo rato alternar derecha-izquierda, derecha-izquierda, derecha-izquierda. Y ahora uno podía mover los brazos hacia adelante y hacia atrás, volver la cabeza, mirar a uno y otro lado y seguir caminando sin prestar la más mínima atención a las rodillas derecha, la cadera derecha.
Anecdota de Milton Erickson, Tomado del libro "Mi voz irá contigo, de Sidney Roosen, (Copilador),pagina 45,
lunes, diciembre 21, 2015
domingo, diciembre 20, 2015
RUNNING 2015
Los Trances Generativos del
Running:
El correr como una práctica para entrar en el campo de las posibilidades.
Félix Gómez, M.D
Stephen Gilligan, autor del libro El coraje de amar,
describe poéticamente como en nuestro
tránsito por la vida vamos habituándonos a conductas que se convierte en prácticas muy arraigadas de conductas y sistemas de pensamiento. Estas prácticas
diarias nos pueden conectar con dos
maneras diametralmente opuestas en nuestra vida. La primera es la conexión con el campo
del problema y de la impotencia, por
ejemplo: sentarte diariamente horas en
frente a un televisor comiendo y/o ingiriendo alcohol, estar horas hipnotizado
en el celular mientras el rio de la vida
pasa, comunicarnos con el mundo
desde la violencia o las adicciones son algunos de los cientos de ejemplos que
podemos encontrar en lo que yo llamo las prácticas para la conexión con el
campo.
Segundo, y en dirección
opuesta existen incontables prácticas que nos pueden llevar a conectarnos
con el campo de soluciones y recursos
dentro de nosotros y con nuestra comunidad. Las
prácticas que nos
saquen de “la caja” de la cotidianidad mental son prácticas generativas. En ese
sentido este tipo de prácticas
pueden ayudar a conectarnos a un campo más amplio de la conciencia atraves
de actividades que queden tocar el espíritu de una manera muy especial y
sentida. Por ejemplo la lectura de un libro especial para nosotros, dibujando,
danzando, orando, meditando, teniendo una conversación transformacional, una
relación sexual plena, danzar o como en
este caso salir a correr o caminar.
El correr y caminar largas
distancias atraves de la naturaleza se ha convertido en una práctica, un ritual
y una manera de encontrarme con el campo generativo de las soluciones, una
manera de entrar a un templo donde voy al encuentro de una presencia mayor. Gregory Bateson, solía preguntarles a
sus estudiantes en la universidad de
California, al comenzar cada semestre, ¿el
mundo está vivo?
Esta hermosa pregunta conectaba a sus alumnos a replantearse la
manera como habían aprendido a ver y sentir la vida. También a Bateson le
debemos la noción de la
mente del campo, es decir la suma de las partes de un sistema tiene
con una auto inteligencia que guía el
sistema a evolucionar y hacerse creativo integrando la suma de sus partes, por
ejemplo, La inteligencia del grupo, de la familia, de la comunidad, del bosque,
de un equipo o de un ecosistema natural. Desde esa perspectiva sistémica un bosque para mí es un sistema vivo inteligente,
yo simplemente formo parte de ese organismo cuando entro en ese campo. Nunca
olvidare durante el recorrido de noche que hice
en el evento Oxfam Sydney
2015, recorriendo 100km entre bosques y
parajes naturales, ante una luna llena imponente, mientras miraba a cientos de participantes
y sus cientos de lámparas frontales que me conectaron con un momento de magia y
con una conexión muy profunda con el
bosque y todo sus elementos.Ese , campo
lo he sentido en muchos momentos a lo largo de la vida. Cientos de personas
reportan experiencias parecidas por ejemplo en un maratón, o en una carrera de montaña.
Mi propia historia donde el
correr me ha permitido encontrarme con mis demonios, aliados, mentores,
frustraciones, alegrías, sueños, creatividad, vulnerabilidad, recursos pero
sobre todo con mi propia humanidad. Entonces me pregunto a qué esperas para
ponerte tus zapatos y salir a encontrarte con ese maravilloso mundo que espera
por ti, por que como dice el poeta inglés David
Whyte en su poema Dulce Oscuridad:
Debes aprender una sola cosa
El mundo fue hecho para ser libre
dentro de él
Renuncia a todos los mundos
Menos al que perteneces tú
A veces se precisa de la oscuridad y
del dulce
Encarcelamiento de tu soledad
Para aprender
Cualquier ser o cualquier cosa
Que no te llene de vida
Es demasiado pequeño para ti
viernes, diciembre 18, 2015
viernes, diciembre 11, 2015
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