Los Trances Generativos del
Running:
El correr como una práctica para entrar en el campo de las posibilidades.
Félix Gómez, M.D
Stephen Gilligan, autor del libro El coraje de amar,
describe poéticamente como en nuestro
tránsito por la vida vamos habituándonos a conductas que se convierte en prácticas muy arraigadas de conductas y sistemas de pensamiento. Estas prácticas
diarias nos pueden conectar con dos
maneras diametralmente opuestas en nuestra vida. La primera es la conexión con el campo
del problema y de la impotencia, por
ejemplo: sentarte diariamente horas en
frente a un televisor comiendo y/o ingiriendo alcohol, estar horas hipnotizado
en el celular mientras el rio de la vida
pasa, comunicarnos con el mundo
desde la violencia o las adicciones son algunos de los cientos de ejemplos que
podemos encontrar en lo que yo llamo las prácticas para la conexión con el
campo.
Segundo, y en dirección
opuesta existen incontables prácticas que nos pueden llevar a conectarnos
con el campo de soluciones y recursos
dentro de nosotros y con nuestra comunidad. Las
prácticas que nos
saquen de “la caja” de la cotidianidad mental son prácticas generativas. En ese
sentido este tipo de prácticas
pueden ayudar a conectarnos a un campo más amplio de la conciencia atraves
de actividades que queden tocar el espíritu de una manera muy especial y
sentida. Por ejemplo la lectura de un libro especial para nosotros, dibujando,
danzando, orando, meditando, teniendo una conversación transformacional, una
relación sexual plena, danzar o como en
este caso salir a correr o caminar.
El correr y caminar largas
distancias atraves de la naturaleza se ha convertido en una práctica, un ritual
y una manera de encontrarme con el campo generativo de las soluciones, una
manera de entrar a un templo donde voy al encuentro de una presencia mayor. Gregory Bateson, solía preguntarles a
sus estudiantes en la universidad de
California, al comenzar cada semestre, ¿el
mundo está vivo?
Esta hermosa pregunta conectaba a sus alumnos a replantearse la
manera como habían aprendido a ver y sentir la vida. También a Bateson le
debemos la noción de la
mente del campo, es decir la suma de las partes de un sistema tiene
con una auto inteligencia que guía el
sistema a evolucionar y hacerse creativo integrando la suma de sus partes, por
ejemplo, La inteligencia del grupo, de la familia, de la comunidad, del bosque,
de un equipo o de un ecosistema natural. Desde esa perspectiva sistémica un bosque para mí es un sistema vivo inteligente,
yo simplemente formo parte de ese organismo cuando entro en ese campo. Nunca
olvidare durante el recorrido de noche que hice
en el evento Oxfam Sydney
2015, recorriendo 100km entre bosques y
parajes naturales, ante una luna llena imponente, mientras miraba a cientos de participantes
y sus cientos de lámparas frontales que me conectaron con un momento de magia y
con una conexión muy profunda con el
bosque y todo sus elementos.Ese , campo
lo he sentido en muchos momentos a lo largo de la vida. Cientos de personas
reportan experiencias parecidas por ejemplo en un maratón, o en una carrera de montaña.
Mi propia historia donde el
correr me ha permitido encontrarme con mis demonios, aliados, mentores,
frustraciones, alegrías, sueños, creatividad, vulnerabilidad, recursos pero
sobre todo con mi propia humanidad. Entonces me pregunto a qué esperas para
ponerte tus zapatos y salir a encontrarte con ese maravilloso mundo que espera
por ti, por que como dice el poeta inglés David
Whyte en su poema Dulce Oscuridad:
Debes aprender una sola cosa
El mundo fue hecho para ser libre
dentro de él
Renuncia a todos los mundos
Menos al que perteneces tú
A veces se precisa de la oscuridad y
del dulce
Encarcelamiento de tu soledad
Para aprender
Cualquier ser o cualquier cosa
Que no te llene de vida
Es demasiado pequeño para ti
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