El arte es una acción del alma y no del intelecto. Comienza así, el texto que pongo a continuación y quería compartirlos con todos los artistas y bailarines auque no están en el texto, los bailarines son parte de este circulo son artitas que expresan con el cuerpo lo que su alma les dice. Este texto lo saque de un libro “El Camino del Artista”. Un buen libro que puede ayudar a las personas que están bloqueadas y así despertar su creatividad. Para los que quieran buscar este libro les cuento que hay dos que llevan este titulo nada mas que el segundo se agrega “El Camino del Artista en Acción”. Los dos son buenos, yo me inclino por el primero por el cual aconsejo que empiecen.ÉL CIRCULO SAGRADO El arte es una acción del alma y no del intelecto. Cuando estamos tratando con los sueños de la gente, con sus visiones, entramos en el ámbito de lo sagrado. Nos relacionamos con fuerzas y energías que exceden a las personas, estamos en una transacción sagrada de la cual conocemos muy poco: La sombra y no la forma.Por estas razones es fundamental que cualquier agrupación de artistas se base en un espíritu de confianza. Invocamos al gran creador cuando invocamos nuestra propia creatividad, y esa fuerza creativa tiene el poder de alterar las vidas, hacer cumplir un destino o responder a nuestros sueños.En la vida, a menudo somos impacientes, malhumorados e inadaptados. Nos cuesta tratar a nuestros allegados con el amor que realmente sentimos por ellos; a pesar de esto, seguimos juntos debido a una relación familiar que nos incluye y que se mantiene a pesar de las disputas. Esto es un compromiso.Como artistas, pertenecemos a una tribu antigua y sagrada. Sabemos que el espíritu se manifiesta a través de todos nosotros; cuando tratamos unos con otros, estamos tratando no solamente con nuestra personalidades humanas sino también con el acervo invisible pero siempre presente de ideas, visiones, historias, poemas, canciones, esculturas que moran en el templo de la conciencia y esperan su momento para nacer al mundo.Debemos ayudarnos unos a otros en el alumbramiento de nuestros sueños. No podemos trabajar por los otros, pero podemos alentar su labor y apoyarla hasta que llegue a la madurez.Por todas estas razones, él circulo es sagrado debe existir en todo lugar de creación; este anillo protector, esta frontera para las almas nos vivifica en el nivel mas alto. Al trazar este circulo y reconocerlo, aceptamos que los principios están por encima de las personalidades.Convocamos a un espíritu de servicio al bien mas alto a la fe en el cumplimiento de nuestro propio bien en el seno de nuestros semejantes.La envidia, la critica y los chismes no tienen lugar entre nosotros, como tampoco el mal humor, la hostilidad, el sarcasmo o la competencia. Estas actitudes pueden ser comunes en el mundo, pero no pertenecen a nuestro ámbito como artistas.Los éxitos ocurren en racimos. Al trazar un circulo sagrado creamos una esfera de seguridad y un centro de atracción para nuestro bienestar. Cumpliendo con esta forma de manera fiel atraemos lo mejor hacia nosotros; atraemos a las personas que necesitamos atraemos a los mejores dones.Él circulo sagrado se construye sobre la base del respeto y la confianza. La mejor imagen que le corresponde es la de un jardín en el cual cada planta tiene su nombre y su lugar. Ninguna flor ocupa el lugar de otra; cada pimpollo tiene su belleza única e irremplazable. Nuestras manos de jardinero deben ser gentiles; no podemos arrancar las ideas antes de que hayan florecido. Debemos acompañar a los procesos de crecimiento, latencia, ciclos estaciónales, fluoración y siembra. No nos apresuramos a juzgar al artista juvenil para que intente, para que se equivoque y vuelva a intentar.Recordemos que la naturaleza del mundo toda perdida tiene un significado, lo mismo vale para nosotros; bien usado, un fracaso puede ser el abono que nutra el éxito de la siguiente estación creativa. Recuerda que la maduración y la cosecha son procesos a largo plazo y no una receta rápida. El arte es una acción del alma; la nuestra es una comunidad espiritual.
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