Trabajar con la sombra, ese "oscuro" alter ego que de alguna forma es equivalente al "id" de Freud, constituye gran parte del trabajo corriente de la psicoterapia y el análisis. Aun cuando la sombra parece inaceptable a nuestra actual imagen del ego, a menudo contiene cualidades positivas no reconocidas que son necesarias para avanzar en la individuación. Uno de mis amigos en Zurich, con el cual estudiaba para el examen propedéutico (examen teórico a mitad del entrenamiento), comentó en forma pensativa que originalmente había entrado a análisis jungiano porque había escuchado que el inconsciente era un tesoro de joyas. Golpeando la mesa, exclamó: "¡Y yo quiero mi tesoro de joyas!" -agregando que todavía tenía que lidiar con problemas de la sombra y con los complejos residuales de sus traumas infantiles. Otro analista contó haber saltado sobre la reja en las ruinas de Epidauro en Grecia, el antiguo santuario sanador de Esculapio, el dios griego de la medicina, e "incubar" (la expresión clásica de dormir en la sagrada cámara Thalmos del templo) a fin de obtener un sueño sanador. Todo lo que obtuvo, comentó con desagrado, fueron más sueños de la sombra. Muchos años después, uno de mis pacientes soñó que tenía un cofre de joyas en el sótano de su casa, pero en el sueño se daba cuenta de que aunque podía bajar a verlas, no le era permitido traerlas al mundo cotidiano: eran un gran tesoro, pero sin "valor comercial". Cerrar la brecha entre los tesoros potenciales del mundo arquetípico y el mundo del ego consciente es una forma de caracterizar el proceso de individuación, realizando (hasta donde sea posible en la vida empírica) las potencialidades individuales únicas de nuestra propia psique. Además de aquellos lectores que se interesan en el análisis jungiano, este volumen pretende ayudar a los terapeutas de otras tendencias teóricas a comprender mejor la aplicación clínica del enfoque jungiano clásico. Muchos de los principios se pueden usar en una práctica ecléctica de psicoterapia, incluso sin un entrenamiento jungiano formal. Con ese fin, he hecho un esfuerzo especial para ilustrar los puntos teóricos con ejemplos clínicos claros. La trama conjunta de teoría y práctica es esencial para eludir la trampa del simbolismo excesivo a que invita el enfoque jungiano.
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