LA RESILIENCIA DE LA FAMILIA A LA PERDIDA AMBIGUA
Los rituales espontáneos del inmigrante se pueden ver como intentos de abarcar la pérdida ambigua y encontrar significados en la nueva situación, recuperando lo que es posible recrear y quiza así poder mantener lo que los estudiosos de la resiliencia familiar han llamado "el sentido de coherencia".
El concepto de "sentido de coherencia" fue desarrollado por Aaron Antonovsky (1987) y utilizado por Froma Walsh (1998) en su trabajo sobre resiliencia familiar. Es una búsqueda de coherencia narrativa o de dar sentido a la historia de nuestras vidas. Se relaciona con nuestra habilidad de adaptarnos al cambio pero también de mantener suficiente continuidad con la cultura original.
Quizá por eso, vemos en el campo de estudios de la migración un abandono paulatino de los modelos lineales de aculturación/asimilación y un mayor enfasis en nociones de biculturalismo, bilingüismo, el énfasis en el guión que separa mientras une las dos identidades: "Mexican-American, African-American, Chinese-American". Más que vivir "entre" mundos, el inmigrante resiliente adquiere la capacidad de vivir "en" dos mundos, alternando lenguaje, costumbres y aceptando el binacionalismo y la identidad dual. Quizá la aceptación de la biculturalidad permanente es la otra cara de aceptar la pérdida ambigua. Los rituales espontáneos de los inmigrantes encapsulan este "both/and " (ambos/y) de recuperar lo conocido en medio del cambio.Sin embargo, el mantenimiento de esta dualidad no es inmune a hechos históricos. Frente a los ataques tan trágicos como los del 11 de Septiembre en Nueva York y Washington, surgió en los grupos de inmigrantes un patriotismo auténticamente sentido, quizá también mezclado con un temor a ser visto sospechosamente como el de afuera. Así, algunos inmigrantes mexicanos prefirieron subrayar el lado "American" a la derecha del guión Mexican-American, en lugar del lado Mexican a la izquierda del guión. Hasta el empleado de la gasolinera con apellido latino en Arizona cuando baleó a un musulmán una semana después de la tragedia, dijo hacerlo para "defender a mi país de los extranjeros". En un momento de crisis, es posible que una sociedad compuesta de inmigrantes subraye procesos destinados a fortalecer la unidad nacional en lugar de la diversidad y la lealtad étnica como se ha enfatizado en los EEUU en las dos últimas décadas. Las consecuencias psicológicas de este tipo de asimilación abrupta se veran posiblemente en las futuras generaciones.Por lo tanto, no debemos romantizar o simplificar la resiliencia de los inmigrantes o subestimar los riesgos y el estrés de la migración para los que se van y para los que se quedan y para los que van y vienen, que son muchos. Los inmigrantes están expuestos a muchas circunstancias históricas y personales que modifican la experiencia de pérdida ambigua.La conversación terapéutica se beneficia de una recolección de los hechos y motivaciones y expectativas que preceden a la migración, así también como de una narración de la realidad con la que se encontraron, esperada e inesperada y lo que pasaron en el pasaje mismo y en la presente estadía. Esta narrativa de la migración es útil tanto para las personas que emigran como para los parientes que se quedan. Ahora examinemos varias situaciones que dificultan sobremanera la posibilidad de vivir con las pérdidas ambiguas.
Los rituales espontáneos del inmigrante se pueden ver como intentos de abarcar la pérdida ambigua y encontrar significados en la nueva situación, recuperando lo que es posible recrear y quiza así poder mantener lo que los estudiosos de la resiliencia familiar han llamado "el sentido de coherencia".
El concepto de "sentido de coherencia" fue desarrollado por Aaron Antonovsky (1987) y utilizado por Froma Walsh (1998) en su trabajo sobre resiliencia familiar. Es una búsqueda de coherencia narrativa o de dar sentido a la historia de nuestras vidas. Se relaciona con nuestra habilidad de adaptarnos al cambio pero también de mantener suficiente continuidad con la cultura original.
Quizá por eso, vemos en el campo de estudios de la migración un abandono paulatino de los modelos lineales de aculturación/asimilación y un mayor enfasis en nociones de biculturalismo, bilingüismo, el énfasis en el guión que separa mientras une las dos identidades: "Mexican-American, African-American, Chinese-American". Más que vivir "entre" mundos, el inmigrante resiliente adquiere la capacidad de vivir "en" dos mundos, alternando lenguaje, costumbres y aceptando el binacionalismo y la identidad dual. Quizá la aceptación de la biculturalidad permanente es la otra cara de aceptar la pérdida ambigua. Los rituales espontáneos de los inmigrantes encapsulan este "both/and " (ambos/y) de recuperar lo conocido en medio del cambio.Sin embargo, el mantenimiento de esta dualidad no es inmune a hechos históricos. Frente a los ataques tan trágicos como los del 11 de Septiembre en Nueva York y Washington, surgió en los grupos de inmigrantes un patriotismo auténticamente sentido, quizá también mezclado con un temor a ser visto sospechosamente como el de afuera. Así, algunos inmigrantes mexicanos prefirieron subrayar el lado "American" a la derecha del guión Mexican-American, en lugar del lado Mexican a la izquierda del guión. Hasta el empleado de la gasolinera con apellido latino en Arizona cuando baleó a un musulmán una semana después de la tragedia, dijo hacerlo para "defender a mi país de los extranjeros". En un momento de crisis, es posible que una sociedad compuesta de inmigrantes subraye procesos destinados a fortalecer la unidad nacional en lugar de la diversidad y la lealtad étnica como se ha enfatizado en los EEUU en las dos últimas décadas. Las consecuencias psicológicas de este tipo de asimilación abrupta se veran posiblemente en las futuras generaciones.Por lo tanto, no debemos romantizar o simplificar la resiliencia de los inmigrantes o subestimar los riesgos y el estrés de la migración para los que se van y para los que se quedan y para los que van y vienen, que son muchos. Los inmigrantes están expuestos a muchas circunstancias históricas y personales que modifican la experiencia de pérdida ambigua.La conversación terapéutica se beneficia de una recolección de los hechos y motivaciones y expectativas que preceden a la migración, así también como de una narración de la realidad con la que se encontraron, esperada e inesperada y lo que pasaron en el pasaje mismo y en la presente estadía. Esta narrativa de la migración es útil tanto para las personas que emigran como para los parientes que se quedan. Ahora examinemos varias situaciones que dificultan sobremanera la posibilidad de vivir con las pérdidas ambiguas.
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