lunes, noviembre 20, 2006

COLUMBIA BRITANICA ,CANADA.

Espiritualidad,psicologia transgeneracional,arquetipos ,metaforas y totems conforman una cosmogonia que se repite en todo el planeta en las culturas aborigenes.
Totem construido por los indios Canadienses de la Columbia Britanica ,Entrada del Museo de Antropologia de la Universidad de Columbia Britanica ,Vancouver Canada.
Web del Museo de antropologia : http://www.moa.ubc.ca/

ARQUETIPOS

El primero en acuñar la palabra arquetipo fue Jung. La tesis es que los arquetipos forman parte del inconsciente colectivo del que todos somos parte. Los mitos, las leyendas, los cuentos, las metáforas, las parábolas, la historia están llenos de estos personajes universales, colectivos que perduran y viven a través del tiempo. Dentro de nosotros existen los arquetipos del padre, de la madre, del hermano, del guerrero, del juez, del maestro, del artista, del verdugo, de la victima, de la princesa, del rey, del saboteador, de la prostituta, del adicto, del niño y muchos, muchos más. Lo importante es que estos personajes existen fuera del tiempo y son parte de nosotros mismos. Cada día les damos nuestro Poder Personal para darles vida, para darles voz. A través de estos vivimos y expresamos nuestra vida emocional. La forma en que caminamos, en que hablamos, en que vivimos tiene que ver con nuestra relación con estos personajes. Estos arquetipos viven en nuestro inconsciente y son parte de lo que somos ahora, son nuestra creación!La forma de romper el encantamiento en el que vivimos es lograr nombrarlos por su nombre. Es decir quitarles ¡el velo de invisibilidad! rescatándolos de nuestro inconsciente.
¿cómo rompo el encantamiento?
Aprendiendo a verlos, a reconocerlos, a identificarlos y a bailar
la danza de las resistencias con ellos. Esto significa aprender a usar la intuición para ver el lenguaje profundo de los símbolos y de la vida impersonal. Mientras veamos al mundo de forma personal estamos atrapados en nuestra propia prisión. La misión consiste en descubrir la constelación personal e individual de los principales personajes que viven en nuestra psique. La tarea cotidiana consiste en auto observarse a sí mismos y en relacionar la forma de sentir, de decir, de vivir cada momento con alguno de estos arquetipos. Los pilares son el niño(a) interna, la prostituta, el saboteador, y la victima. El desafío consiste en convertirlos en maestros y aliados para recuperar nuestro espíritu o nuestro poder personal. En el inconsciente viven los fragmentos que están pendientes a ser integrados a nuestra conciencia.Ahora vamos a escuchar las voces de estos arquetipos que son universales e impersonales. Pertenecen a toda la humanidad. Ellos tienen los fragmentos de nuestro Poder Personal. En ellos esta depositado todo nuestro poder creador y con ellos estamos creando cada instante.

Niño Inocente, Niño Malcriado/Consentido ,Niño Dependiente, Niño(a) herido(a), Niña(o) Maltratada(o), Niña(o) Abandonada(o), Niña(o) fea(o), Niña(o) violada(o), Niña Huérfana, Saboteador, Prostituta, Victima, Verdugo, Poeta, Juez/Crítico Interno, Guerrero, Padre, Rebelde, Heróe, Maestro/Guía/Terapeuta, Soldado, Ser Luminoso, el Rey, el sirviente, el Marciano, Seductora, Traidor, Manipuladora Jefe, Amo y señor, Alpha Male.

domingo, noviembre 19, 2006

JARDIN BOTANICO EN SYDNEY
TOTEM DEL JARDIN BOTANICO DE SYDNEY

TOTEM

El totemismo es un concepto antropológico que designa una relación metafísica entre un hombre o un grupo de hombres con un animal, un vegetal o incluso un objeto. Encontramos al totemismo en norteamérica, en Australia, en Oceanía, o en la selva amazónica, y al parecer es una creencia inherente al hombre primitivo más que una difusión global transmitida entre culturas y etnias.
Existen distintas teorías sobre su origen. Los antropólogos materialistas sugieren que el totemismo nació como una manera de proteger de la
extinción a los animales y las plantas; así, cada tribu se encargó de proteger a un animal tótem acordando por ejemplo que sólo ellos lo cazarían; o también al contrario, protegían al animal totémico estableciendo un tabú que prohibía la ingesta por parte de la tribu del animal o vegetal en cuestión. En la práctica el totemismo se llevaba a cabo asignando el nombre del animal al nombre de la tribu; así, los antropólogos encontraban en sus viajes por ejemplo, al clan de los castores, o al clan de los abedules, entre muchos otros tótem de animales y plantas, que a veces, graciosamente eran adjetivados para formar combinaciones del tipo "bisonte risueño". Otros antropólogos menos entusiastas afirmaron que el totemismo nació sencillamente como una necesidad lingüística de designar a sus vecinos, y no hallaron mejor manera de designarlos que usando las palabras que tenían a mano y que mejor caracterizaban a aquellos. Si sus vecinos eran especialistas en recolectar miel, los llamaban el clan de la miel, o más precisamente, los "mieles".
Antropólgos más espirituales, basándose en los increíbles testimonios orales recogidos en sus investigaciones, escribieron que el hombre primitivo tenía una relación muy especial con los animales, que mediante prácticas rituales o ingesta de
enteógenos, nuestro ancestro recordaba o experimentaba la vida de un animal o planta, que el mismo había sido. Y que por lo tanto ingerir la carne de su animal totémico era equivalente a comer a un ser de su misma especie, práctica tabú o prohibida en muchas regiones.
El totemismo es entonces un poco de todo esto, varía según las regiones y puede tener orígenes distintos; lo que debe interesarnos es la especial relación del hombre primitivo con los animales y las plantas. Existe todavía, en nuestro siglo, el prejuicio de asociar al hombre primitivo con un hombre simple y sin pensamientos, casi un mono. Pero leyendo el testimonio de varios grandes antropólogos,
Claude Lévi-Strauss es uno de ellos, nos damos cuenta de la sublime inteligencia y cultura de estos hombres singulares, museo viviente de nuestro pasado.
Los brujos o shamanes de cada tribu eran los encargados de determinar mediante visiones, el animal o planta tótem de cada recién nacido. Esto ocurría cuando existía un totemismo individual y no grupal. El tótem en cuestión, supuestamente protegía al individuo o al clan, así como el clan o el individuo protegían al tótem. Otras veces el totemismo se traducía en una igualdad de virtudes entre el hombre y su animal o planta tótem, de tal manera que por ejemplo, el hombre águila tenía las mismas virtudes que el águila.
Una vez difundida la práctica de asignaciones totémicas, el totemismo se convirtió en muchos lugares (Norte de Australia, Norteamérica...) en una intrincada red de relaciones sociales entre los clanes, donde mujeres serpientes eran dadas en matrimonio a hombres águila, y sólo a ellos, por citar un ejemplo. Cuando un cierto número de personas en el seno de un clan era sobrepasado, se creaba un nuevo clan, y también un nuevo tótem. De tal modo, estas preciosas relaciones sociales entre los clanes se sellaban, en norteamérica, con el tallado de un tronco que representaba el pasado de un clan, con todos sus antecesores totémicos.

TOMADO DE LA WEB : http://es.wikipedia.org/wiki/Totemismo

miércoles, noviembre 08, 2006

ENTRE DIONISIO Y APOLO

LA FORMA DE CURACIÓN MÁS ANTIGUA
En el artículo anterior se hizo mención sobre los orígenes de la música, así como de los beneficios que genera la musicoterapia. Cabe destacar, que la fusión entre música y salud, es también muy antigua; desde tiempos inmemoriales, los secretos del sonido y la música surgieron con la finalidad de expresar la relación con lo sagrado y a la vez se transformaron en terapias para armonizar los estados físicos, emocionales, mentales y espirituales del individuo.
El hombre ha creído que el sonido estuvo vinculado con el comienzo del mundo. En la Biblia y otros libros sagrados, asocian el origen de la vida con los sonidos. Se habla de un sonido primordial (cuando Dios creó el mundo) que dio la vida a todo lo que existe, lo materializó, y así creó la lluvia, el trueno, la brisa, los animales y el mar entre otros. Cada uno con un sonido particular, la lluvia al caer y correr sobre la superficie de una montaña, el goteo en contacto con la fragilidad de la hoja de un árbol; el trueno con su fuerte y estruendoso resonar; la brisa con su murmullo al pasar, viento fresco y suave que acaricia el rostro; los animales, cada uno con una sonoridad única y el mar con su armonioso y ondulante sonido del oleaje.
Este maravilloso mundo de sonidos convivía con el hombre, que trataba de imitarlos y de hacerlos semejantes a si mismo y al no poder darles explicación, los idealizaba. Con ello comenzó la relación de lo humano con lo divino; lo inexplicable tenía un sentido mágico. Así, para comunicarse con su entorno trataba de aproximarse a través del canto y la danza, integrándose a él y transformando su alrededor en un éxtasis de magia y movimientos armónicos destinados a relacionarse e identificarse con su medio ambiente. Esta comunicación se transforma en un lenguaje musical con el mundo sobrenatural o invisible, que podía ser utilizado para el bien o el mal.
El mundo mágico y sobrenatural era la causa de la enfermedad, así lo pensaba el hombre primitivo, y su cura también estaba relacionada con ese mundo. Aparece entonces el Chamán, quién comienza a emplear los sonidos, los cantos y las danzas para comunicarse con ese universo invisible, extrae el mal e impone el poder del bien y obtiene la sanción del individuo. El Chamán se dirigía directamente a la fuerza maligna, o espíritu causante de la enfermedad y mediante un ritual realizado con música como mediador, la dominaba.
Esta música adornada de encantamientos, danzas y cantos con diversos ritmos, lentos y rápidos, algunos acompañados de tambor, a veces monótonos, de melodías suaves y a veces fuertes, hacían del Chaman un ente mediador entre lo humano y lo divino, con lo cual su canto le otorgaba el poder de mediar con el mundo de los espíritus, lo que le hacía poseer gran sabiduría y aumentar cada vez más sus conocimientos mágicos. El Chamán era un ser que vivía aislado y no se reunía con sus semejantes, solo estaba rodeado de sus implementos mágicos, tales como pócimas, hierbas e instrumentos generadores de sonidos curativos.
Cuando realizaba su ritual de sanación no se relacionaba con el paciente, pero este depositaba toda su confianza en él y en sus poderes mágicos y curativos; la danza y la diversidad de armonías que se lograban con los instrumentos que poseía el Chamán, determinaban la eficacia de su poder sanador. También se les concedían poderes mágicos a los instrumentos utilizados, ya fueran hechos de madera, semillas, piedra o hueso; así surgieron tambores, maracas y matracas, que junto al atuendo del Chamán formaban todo un ambiente enigmático y misterioso. Es por esto que la aplicación terapéutica de la música se considera la forma de curación más antigua.
Cuando el ser humano se da cuenta que nuestra naturaleza es sonora y rítmica y que todo sonido nos afecta, descubre que una música adecuada puede devolvernos a nuestra verdadera esencia en donde prevalece la salud. Lo expuesto anteriormente, solo forma parte de los comienzos de la terapia musical que hoy podemos aplicar en la prevención y curación de la salud, gracias a aquellos seres llenos de intuición, magia e inspiración. Así pues, considero importante profundizar en lo relacionado a los principios de la música y su aplicación terapéutica a través del tiempo.
Escrito por la Profesora de Musica Yulibeth Goncalvez .Postgrado en Musicoterapia y concertista de Piano.