miércoles, julio 20, 2011

GENIOS DE LA NEUROCIENCIA

Vilayanur Subramanian Ramachandran

Este artículo fue confeccionado por la Lic. Ana Belén Amil y publicado en el Boletín Científico Coband Nº 49/Noviembre de 2009


Vilayanur Subramanian Ramachandran nació en Tamil Nadu, India, en 1951, y pasó buena parte de su juventud en el exterior, cubriendo puestos en Asia. Luego de recibir su M.D. en la Universidad Médica Stanley en Madras (1974), se mudó a Cambridge, específicamente a la Universidad Trinity, donde obtuvo su PHD en neurociencia y psicología experimental. Más tarde realizó su postdoctorado en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Oxford. Sus asesores fueron Oliver Braddick, Fergus Campbell, Horace Barlow, Colin Blakemore y David Whitteridge. Pasó dos años en Caltech, como investigador, trabajando con Kacj Pettigrew. Luego fue Profesor Asistente de Psicología en la Universidad de California, San Diego (1983), y Profesor de dedicación plena desde 1998. En Inglaterra, fue colaborador de Richard Gregory.
Actualmente es director del Center for Brain and Cognition de la Universidad de California, así como profesor del Departamento de Psicología y Neurociencias, y adjunto de Biología en el Instituto Salk para Estudios Biológicos. Fue elegido como becario en la Universidad All Souls, Oxford, y en el Instituto Royal de Londres, donde fue premiado con la medalla Henry Dale. Fue llamado "el Marco Polo de la neurociencia" por Richard Dawkins y el moderno Paul Broca por Eric Kandel. La revista Newsweek lo nombró uno de los 100 hombres más prometedores del siglo XXI.
Ramachandran siguió dos carreras paralelas: una sobre el estudio de la percepción visual, utilizando los métodos de la psicofísica; y la otra en neurología, particularmente sobre un número de síndromes neurológicos. Introdujo el uso del feedback visual para el tratamiento del síndrome del miembro fantasma, la rehabilitación luego de un ataque de apoplejía, y el síndrome del dolor regional complejo. También es conocido por sus experimentos y especulaciones en el campo de la sinestesia, junto con Edward Hubbard y David Brang. Recientemente su trabajo se focalizó en las causas del autismo.
Ramachandran publicó más de 180 artículos en revistas científicas. Veinte de ellos aparecieron en Nature, y otros en Science, Nature Neuroscience, Percepetion y Vision Research. Es autor del aclamado libro "Fantasmas en el cerebro", que fue traducido a nueve idiomas. Es editor de la Enciclopedia del Cerebro Humano (2002) y co-autor de la columna "Illusions de Scientific American Mind.
Sus investigaciones más tempranas sobre percepción visual humana se llevan el crédito de haber descubierto nuevos efectos visuales que iniciaron una revolución neo-gestalt en el campo. Es posible ver dichas ilusiones en su sitio WEB
Ramachandran también se dedicó al estudio de síndromes neurológicos para investigar los mecanismos neurales que subyacen a las funciones mentales humanas. Es especialmente conocido por la simplicidad y elegancia de sus experimentos, que usan equipos con tecnología muy sencilla para intentar contestar preguntas fundamentales sobre cómo funciona el cerebro. Respecto del miembro fantasma, Ramachandran explica que el hecho de que la cara esté subyacente a la representación de la mano y el brazo en el homúnculo cortical es crucial para explicar el origen del fenómeno. Cuando un brazo o pierna es amputado, el paciente continúa sintiendo la presencia del miembro faltante. En 1990, Ramachandran comenzó a utilizar este fenómeno como una prueba para explorar la plasticidad neural en el cerebro adulto. Sugirió que el miembro fantasma se puede deber a los cambios en el cerebro más que a cambios en los nervios periféricos. El input del miembro es mapeado en la corteza somatosensitiva de una manera ordenada, formando una representación llamada homúnculo somatosensitivo. El input de la mano está adjunto al input del brazo, de la cara, y al lado del input del pie. Dado el modo en que está distribuida la representación de la superficie del cuerpo en el cerebro, una estimulación en la mejilla podría producir sensaciones en el miembro fantasma.
Ramachandran demostró que cuando un brazo es amputado, el territorio cortical que queda vacante es invadido por neuronas que responden a la estimulación de la cara. Esto muestra que los mapas cerebrales son muy maleables, y no rígidos desde el nacimiento como antes se creía.
Muchos pacientes con "brazos fantasmas" sienten que pueden mover su miembro, pero otros sienten que está paralizado, usualmente en una posición muy incómoda y dolorosa. Ramachandran sugirió que esta parálisis se debía a que cada vez que el paciente intentaba mover el miembro, recibía información sensorial a través de la propiocepción de que dicho miembro no se movía. Este feedback se fijaba en el circuito cerebral a través del aprendizaje Hebbiano, de modo que incluso cuando la pierna no estaba presente, el cerebro aprendió que el miembro estaba paralizado. Para sobreponerse a esta parálisis aprendida, Ramachandran creó la caja espejo: se le coloca un espejo frente al paciente, y se le pide que mire el reflejo del brazo normal, de modo que se sobreimprima a la sensación del fantasma (creando así la ilusión de que el miembro perdido había resucitado). Cuando el paciente mueve su brazo normal mientras mira el reflejo, no sólo ve al fantasma moverse sino que también lo siente. Esto parece hacer desaparecer el dolor en el miembro fantasma. En otros pacientes, esto hace desaparecer al fantasma completamente. Estos hallazgos fueron comprobados en estudios de doble ciego.
Ramachandran también usó estos miembros fantasmas para explorar los correlatos perceptuales del sistema de neuronas espejo en humanos. Las neuronas sensoriales se activan cuando somos tocados, y una proporción de estas mismas neuronas también se activan cuando vemos a alguien siendo tocado, como si “empatizaran”. Pero la persona que mira generalmente no siente nada. Ramachandran descubrió que si un paciente con miembro fantasma mira a otra persona siendo tocada, siente que le están tocando su miembro fantasma. Masajear a otra persona parece aliviar el dolor en el miembro amputado.
Esta misma metodología de caja espejo fue utilizada para acelerar la recuperación de brazos y piernas en personas que han quedado paralizadas luego de un ataque de apoplejía. Todos estos hallazgos resultaron en un nuevo acercamiento al modo de funcionamiento cerebral. La vieja postura de que el cerebro era un set de módulos autónomos prefijados desde el nacimiento fue reemplazada por una nueva visión, en la que los módulos están en un constante estado de equilibrio entre sí. Esto implica que procedimientos relativamente simples pueden ser altamente efectivos en la rehabilitación del funcionamiento cerebral.
Recientemente, Ramachandran también estudió los mecanismos de la sinestesia grafema-color, una condición en la cual al ver letras blanco y negro o números en una hoja el paciente evoca la experiencia de ver colores. El autor sugirió que este fenómeno puede surgir de la activación cruzada de distintas regiones cerebrales, pero en este caso, a diferencia del miembro fantasma, se producen dentro del área sensorial, y se debe a diferencias genéticas más que a una reorganización neural. Los sinestésicos mostraron más activación en la región del color en tomografía computada, comparados con los no sinestésicos, cuando veían letras y números.
Ramachandran también estudió, junto con William Hirstein, la ilusión de Capgras, en la cual una persona que sufrió un trauma cerebral cree que los seres queridos han sido reemplazados por impostores. La ilusión sólo concierne a seres muy cercanos y no ocurre si se les habla por teléfono. Los autores sugirieron que este fenómeno se puede deber a una desconexión entre el área de reconocimiento de caras (giro fusiforme) y la amígdala, relacionada con la respuesta emocional a rostros conocidos. Para testear esta hipótesis, se utilizó la respuesta galvánica de la piel. Aparentemente, los pacientes que sufren de esta ilusión no responden adecuadamente a las caras familiares.
Respecto del autismo, Ramachandran y su grupo fueron los primeros en sugerir y mostrar experimentalmente en 1990 que la clave para entender los síntomas del autismo podría situarse en la pérdida de neuronas espejo.
Aquí una presentación de Ramachandran donde ilustra los temas tratados en éste artículo . El video puede verse subtitulado en español

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