viernes, diciembre 21, 2007

ALMA, PASADO Y MEMORIA


Ritual para este 21 de Diciembre
Por: Carola Castillo
¿Quieres conocer tu alma? ¿Quieres adentrarte en ella por minutos? Mira, a tu alrededor… Mira detenidamente ese espacio físico que has construido por años y también el mismo que no has construido, lo que aun no logras. Observa su orden y su desorden. Aléjate de la imagen y observa con quién, quiénes habitan en estos espacios, todo y todos, vienen de esa alma. Siente y recapitula en tus heridas, algunas siguen con vida, desde allí, de lo lejos, desde el alma. Cuando ellas son más grandes que los espacios, que los que nos rodean, tenemos y debemos tomar, más conciencia y caminarlas para saber de nuestra alma. Lo que aun rechazo, condeno y anhelo sin tener esperanzas algunas veces viene de mi propia alma. ¿Memoria? Para conocer esta gran alma solo hay que sentir y morir. Al morir doy espacio para que lo nuevo se instale, renazca y se mantenga en movimiento. Solo en movimiento puedo sintonizarme con mi alma. Ella siempre me posee sin elección, ella me arrastra sin opciones solo pertenecer a ese espacio y allí esta todo. Como individuos siempre buscaremos los opuestos delante de nosotros para contradictoriamente conocer “nuestra alma”. Si quieres conocer tu alma, ya estas en camino, si quieres permanecer en ella, ya has estado allí mucho tiempo sin darte cuenta, has permanecido mucho tiempo en lo que “falta”. Si verdaderamente quieres conocer esta alma, en este ritual, vete a un lugar sagrado para ti a solas. El 21 de Diciembre preferiblemente con la salida del sol, en sintonía con todo y con todos presentes y no tan presentes. Cada estimulo que venga de afuera, el mar, las estrellas, los sonidos simultáneos de madre tierra, tu palpitar sobre ella y su palpitar contigo. Abre un hueco en la tierra, vamos a cosechar en el alma, en su estructura, su plataforma. Toma varios elementos (piedritas, palitos, hojitas) que te puedan indicar que deben estar allí en ese espacio para crecer. A cada uno vamos a simbolizar y colocar dentro del espacio abierto, mas debajo de la superficie para que tenga buenas raíces, tallos, y frutos, buena fuente de nutrición, agua, luz y mas arriba para que el cielo con su sol, luna, estrellas, y el cosmos pueda notar su presencia. Cada elemento representando lo que deseo plantar, cosechar. Sin olvidar que todo tiene un opuesto y esto sin duda también debe plantarse. Uno por la vida y tal vez ahora otro por la muerte. Lo que anhelas y lo que hizo que te faltara. Cuando siembres, no dejes a nadie ni a nada por fuera, se justo en tu siembra y ten cuidado, se responsable de lo que en verdad quieres emplear como semillas esta vez. Cuando finalices, coloca tu cara dentro de este espacio con todas las semillas y grita el nombre completo de tus padres, este será el fertilizante más especial que puedas emplear. Vivos o muertos, conocidos o no conocidos, nombres completos o incompletos, la simple energía de donde viene tu vida, tu alma. Luego cubre el hueco de nuevo, y realiza una señal que solo sea importante para ti, que reconozcas que siempre está contigo. Decora tu cosecha, márcala, es ahora tuya. Cuídala con tu presencia. Retírate no sin antes bajar tu cabeza, sin drama, trance o juicio. Siéntete como un buen jardinero o campesino, que pone más amor en su semilla ya que sus manos son hacedoras de milagros. Estos que se verán en el futuro, y muchos por su andar tan de prisa ni siquiera sentirán el verdadero evento por ocurrir en todos los planos del cosmos, para simplemente degustar la omnipresencia de Dios en su cosecha. Planta milagros, pero planta, di “si”, “por favor” y “gracias”, como agua bendita de vida para comenzar. Espera, como es en el alma a ver, presenciar y experimentar que todo lo que te rodea, lo que te sostiene y lo que ingieres día a día, minuto a minuto, tiene nombre de padres y también de alma, los ancestros. Tomate unos minutos y respira el ritual que acabas de leer. Recibe un abrazo fuerte, agradecida de todo y de todos, por estar en cada cosecha a su manera, y que la luz al igual que la oscuridad rocíe las semillas que serán plantadas, esta vez desde la conciencia. Nos vemos en la próxima lluvia sagrada en nuestras cosechas, en formulas de crisis que nos hacen sentir sus fuerzas y nos hacen crecer. Feliz ritual de vida…

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