lunes, agosto 31, 2009

LA PSICOLOGIA DE LA BONDAD Y LA MALDAD

¿Por qué los chicos "buenos" hacen cosas malas?

por Myriam López Blanco

A finales de los años 40, dos chavales flacos compartieron clase en un Instituto del Bronx, el James Monroe, de Nueva York. Ambos eran hijos de inmigrantes. Uno de ellos, de judíos de Europa del Este; el otro, de sicilianos. El judío era "el listo". Su nombre: Stanley Milgram. El italiano era "el popular". Su nombre: Philip Zimbardo. Ambos se criaron en un gueto donde muchos de sus amigos acabaron formando parte de bandas callejeras, y coleccionando expedientes policiales. Y, casualmente, ambos dedicaron su vida a investigar por qué los chicos buenos hacen cosas malas. Sus experimentos conmocionaron al mundo. Desvelaron que las personas normales y corrientes son capaces de cometer los actos más crueles. Milgram murió a los 51 años, a causa de un infarto. Zimbardo dio su última clase magistral en la Universidad de Stanford hace un par de semanas. KINDSEIN ha entrevistado al doctor Zimbardo con motivo de la publicación de su último libro: "El Efecto Lucifer", que ya está entre los primeros en la lista de ventas de The New York Times.

Zimbardo, sin embargo, no había sido siempre el chico más popular de la clase, al contrario. En las entrevistas suele recordar que en su infancia fue víctima de todo tipo de discriminaciones, por parecer judío, negro, italiano y portorriqueño. Pero él cree que todo eso le preparó para ser un psicólogo social.

El año antes de llegar al James Monroe, por ejemplo, lo pasó en un instituto de California donde los alumnos le evitaban. En cuanto llegaba a una mesa de la cafetería, todos se levantaban y se marchaban. Después se enteró de que había corrido el rumor de que Zimbardo era de la mafia, por su origen siciliano y por venir de Nueva York. En el James Monroe, en cambio, era el más popular. ¿Por qué ese cambio? ¿Qué había pasado? Se preguntaban un día Zimbardo y Milgram. Ambos estuvieron de acuerdo en que no había dependido de su disposición sino de la situación. Años más tarde, el experimento de Migram sobre la obediencia y el de Zimbardo de la Prisión de Stanford demostraron que las situaciones sociales tienen un poder muy sutil para influir en el comportamiento de las personas, mucho más de lo que las propias personas somos capaces de imaginar.

En 1971, el Experimento de la Prisión de Stanford mostró que el anonimato, el aburrimiento y la conformidad pueden inducir el comportamiento sádico en estudiantes que, hasta ese momento, habían sido "normales".

1 comentario:

  1. ¿Estamos tod@s a un paso de la violencia? Como siempre, los buenos no son noticia. Les hablo de los que escondieron a los moriscos en 1609, de los soldados que confraternizaron en la Primera Guerra Mundial, de los que se dejaron fusilar antes que tomar las armas, de los desertores de la Guerra Civil (muchos más miles que los voluntarios de ambos bandos, entre ellos Garbo, protagonista de un reciente documental), de Gandhi y sus activistas, de los israelíes que plantan cara a su ejército, de los serbios que se negaron a participar en el genocidio de musulmanes y lo pagaron con el pellejo, de los objetores que acabaron con el servicio militar español hace unos pocos años…
    No son noticia, pero son legión. Para quien quiera + detalles sobre cualquiera de estos temas, hay una extensa bibliografía.
    Salud a tod@s

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