viernes, octubre 13, 2006

POR YULIBETH GALVEZ. MUSICOTERAPEUTA.


Marìa Yulibeth Gàlvez Quintero
yuly_reiki@yahoo.com]
Sonidos que curan el alma

La música es un hecho mágico que nos enaltece, hechiza, cautiva y nos da vida. La música permite la apertura del alma, así como un capullo despeja sus pétalos para el nacimiento de una hermosa flor.La música despierta sentimientos de añoranza, melancolía, tristeza y alegría. ¡Y es más que esto! Nos lleva a un mundo misterioso más allá de lo terrenal: la elevación del espíritu. La palabra “música” se deriva de “musa” que proviene del griego “mousa”. Según la mitología griega las musas eran las inspiradoras de la canción, la poesía, las artes y las ciencias. Nacieron de Zeus, rey de los dioses y Mnemosine, diosa de la memoria. Según Don Campell, el creador del Efecto Mozart, la música es hija del amor divino y su belleza y misteriosos poderes sanadores están íntimamente conectados con lo celestial y la memoria de nuestro origen y destino.La Música desde la antigüedad ha acompañado inseparablemente el día a día del ser humano. Desde tiempos inmemorables hasta nuestros días, chamanes, sacerdotes, médicos y terapeutas has interpretado y utilizado la música en los procesos curativos y preventivos dados sus efectos en los estados físico y mental de la persona. A través del tiempo, el hombre ha llegado a comprender el poder terapéutico que la música posee y ha desarrollado diversas técnicas adaptándolas a las necesidades de cada individuo. De aquí nace la música como instrumento de sanación, hoy llamada Musicoterapia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario