sábado, abril 28, 2012

Trance Camp 2012


Bitácora de Viaje
El Regreso del Exilio Del Self
Félix Gómez, M.D


El otoño en Sydney ha sido particularmente hermoso, miles de cientos de hojas de diversas tonalidades de colores caen  al suelo,  en una danza sincrónica con el viento como metafora para mi de que la vida esta moviéndose y transformándose  en cada segundo, mientras  el rió de la vida fluye sin parar trayéndonos  momentos de éxtasis, magia, trascendencia, paz, nostalgia, tragedias, separaciones y desafíos. Desde una perspectiva  budista todas las experiencias que disfrutamos y sufrimos   es la manera como  la vida esta  retándonos  para ayudarnos a  convertirnos en mejores seres humanos día a día.
El trance Camp 2012 en Sydney con Stephen Gilligan  acaba de terminar hace un par de  días, y con el  ese rió de la vida me  enriqueció en   emociones, profundos trances hipnóticos, insights y sobre todo un profundo encuentro con conmigo mismo, son tiempos muy confusos  en el mundo no importa en que parte del mundo vivamos, los problemas y desafíos que enfrentamos son de una magnitud tan compleja  que es fácil caer en  los trances de la desesperanza, el cinismo y la violencia con nosotros mismos con los personas que amamos y con nuestras comunidades.
Toda crisis trae en el fondo un mensaje de mucha integridad a un nivel sistemicamente hablando muy profundo  donde nuestra vieja  identidad que incluye nuestras filtros de percepción, habilidades, creencias y conductas ya no funcionan  por mucho esfuerzo que gastemos  en enfrentar  esos desafíos bien sea personales, familiares o sociales , y es hora de integrar una nueva identidad que de un salto generativo de conciencia a un nivel superior, entonces donde hay crisis el trance es un estado que llega para reordenar nuestra identidad e integrar nuevas posibilidades.
Esto lo han demostrado hombres, parejas, familias, comunidades y pueblos que ante las más grandes dificultades se han crecido y han emergido con una visión  renovada, generativa y evolutiva de la vida.

El punto ahora es,  como me relaciono con eso dentro de mí y  fuera de mi que no me gusta, que rechazo, odio, que me hace sentir avergonzado de mi mismo?
Ese es una de las múltiples  razones por las cuales cada dos años  acudo al Trance Camp  es un tiempo donde  apago todo equipo electrónico  y salgo a encontrarme con mis miedos y recursos al mismo tiempo con mi invulnerable fragilidad, y con el alma de mi viaje por este mundo de belleza y espanto parafraseando a castaneda ,  desde hace mas de 12 anos que inicie un viaje personal que me ha  llevado  al encuentro  en varias partes del mundo con  Stephen Gilligan   y su trabajo.

En un mundo donde el materialismo y el fundamentalismo  invade cada aspecto de nuestra vida  y donde la honestidad y la humildad son valores prescindible en una sociedad entregada  a  un profundo hedonista  y colectivo  trance hipnotico de indolencia  y alineación en millones de personas,  los videos games ,Hollywood  y los grandes medios son una metafora de nuestra crisis no estamos lejos de  las guerras del medioevo y las guerras bárbaras incluso están en nuestros teléfonos, tablas y televisores en forma de series,películas,deportes,programas de televisión incluso en la música ,no somos diferentes a los romanos esperando por los gladiadores en el coliseo cuando prendemos nuestros televisores, sin embargo  algo esta  al mismo despertando de una manera muy profunda quizás  por eso sea el grito tal desgarrador  del planeta  llorando por las   miles de especies y bosques que depredamos día a día sacrificados para hacer mas centros comerciales en nombre del progreso  y   de  nuestras hamburguesas .

Hay  un  espíritu muy profunda  que  esta despertando en millones de seres humamos  y hay  una inteligencia muy profunda   conectada con ese despertar.

 para mi  es tiempo de hacer silencio, escuchar  mas dentro de mi  mismo, fluir hacia los otros, compartir y crear desde mi propio self lo que necesito crear para vivir   la vida que realmente quiero vivir con dignidad   siguiendo mi propio viaje .

Otoño es un tiempo  para agradecer a la vida por lo que he vivido, lo que estoy viviendo y lo que voy a vivir, tiempo para hacer votos y compromisos conmigo para seguir aportando, escribiendo, compartiendo  y aprendiendo con grupos de diferentes partes del mundos por que al final y en esencia somos parte todos de la misma tribu que es la especie humana.

Releyendo   algunos artículos de Jung acerca  de la relación entre el   mándala  como metafora del self y del universo no dejo de maravillarme como estamos entrando en un tiempo donde nos estamos desplazando del mundo clásico regido por las leyes newtonianas y el paradigma cartesiano a un  mundo quántico de infinitas posibilidades  donde el trance generativo centrado en la alineación mente -cuerpo -campo  es una estado de absorción y aprendizaje que nos permite crear ese puente entre estos dos mundos, donde nuestro self  puede reintegrarte  en un  madala  de extraordinarias posibilidades en habilidades, recursos generativos,símbolos,arquetipos,conexión con nuestra inconciente creativo, resonancias limbicas  para llevar nuestros regalos a  nuestras comunidades , de eso se trata el viaje.

Hay mucha oscuridad afuera lo se, pero también se que hay mucha luz en nuestras almas para encender  nuestra  antorcha y atravesar  la oscuridad con dignidad  hasta llegar a la puerta que abre el amanecer con nuestros regalos al mundo.

1 comentario:

  1. Anónimo3:57 a.m.

    Querido Felix, recién me he podido sentar a leerte y escucharte, tomarme un tiempo para hacerlo como me sabe rico, con tranquilidad.Como en esa canción tan bella de Silvio Rodriguez " Días y Flores" cuando dice ...es que regreso del mundo, no del bosque, no del sol...
    De a poco ire devolviendote algún granito de todo aquello que brindas con palmas hacia el cielo, y que realmente disfruto.
    Esto que has escrito aquí te denota conectado y portavoz de la crisis enervante y dolorosa de los que nos sentimos vivos. Pero también lo has hecho tan bello, tan filosoficamente vasto y extractado, que puede verse el azul intenso de su profundidad. Sencillamente Bellisimo. Dramático. Positivo y esperanzador...Creo que es para deleitarse varias veces, e incluso releer de a partes, porque has vertido el contenido elaborado de muchas experiencias y ocasos de silencio.

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