sábado, abril 07, 2007


El blues del Canguro.

El anciano de los brazos tatuados y aretes lleva a su pequeño nieto al colegio
La refugiada iraki grita consignas contra EEUU al lado un grupo torturados chinos lo hacen contra los rojos ante la indiferencia de la joven ejecutiva.
El tren se traga las personas en el puerto y las escupe en Central.
Hay una pequeña de tres años mirando al músico que exorciza sus demonios a través de una plegaria convertida en Blues por su guitarra loca.
La madre italiana que llora al dulce niño que se le quedo extraviado en la calle del ayer.
El hombre entregado al alcohol mientras atraviesa infinitamente solo su noche oscura.
Los canguros siguen dibujando líneas sagrada en el aire mientras el sol se va a besar a la tierra.
Los aborígenes tirados en la plaza en soledad, en silencio en ira, desgarrados en dolor, mientras el tren sigue tragando y escupiendo personas.
El coyote sonríe al caer la tarde en Sydney yo sigo juntando al ajedrez con mi amigo el exiliado chileno que se quedo combatiendo en estas tierras nuevas utopías.
Felix Gomez.
Sydney Australia abril 2007.
Del poemario inédito Australasia.

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